El Gobierno francés ha presentado un plan de inversión ambicioso para descarbonizar su economía y alcanzar la neutralidad climática en 2050. El plan, que prevé una inversión de 70.000 millones de euros al año, se centra en cuatro sectores clave:
- Energías renovables: Francia tiene como objetivo duplicar su capacidad de generación de energías renovables para 2030. Esto significa que la capacidad de generación de energías renovables debería pasar de los actuales 56,4 GW a 112,8 GW en 2030. Para alcanzar este objetivo, el Gobierno francés invertirá en energía eólica marina, energía eólica terrestre, energía solar fotovoltaica y calor descarbonizado.
- Descarbonización industrial: Francia respalda tecnologías innovadoras como la captura, el almacenamiento y la utilización del carbono (CCUS), así como la producción de hidrógeno bajo en carbono y renovable. Estas tecnologías tienen el potencial de reducir las emisiones de carbono de la industria, que representan alrededor del 19% de las emisiones totales de Francia. El Gobierno francés invertirá en la renovación de las plantas industriales y la sustitución de los combustibles fósiles por fuentes de energía limpias.
- Movilidad eléctrica: Francia tiene como objetivo tener 10 millones de vehículos eléctricos en circulación para 2030. Esto significa que el parque automovilístico francés debería pasar de los actuales 38 millones de vehículos a 48 millones en 2030. Para alcanzar este objetivo, el Gobierno francés invertirá en la construcción de infraestructuras de carga para vehículos eléctricos y en la renovación de la flota de vehículos públicos.
- Rehabilitación de edificios: Francia tiene como objetivo renovar térmicamente 400 millones de metros cuadrados de edificios públicos para 2030. Esto significa que el parque de edificios públicos francés debería pasar de los actuales 2.000 millones de metros cuadrados a 2.400 millones en 2030. Para alcanzar este objetivo, el Gobierno francés invertirá en el aislamiento de edificios y en la instalación de sistemas de calefacción y refrigeración eficientes.
Este plan irá dirigido a empresas de cualquier país, que crean que pueden ofrecer soluciones a este ambicioso plan. Para atraer a inversores internacionales, el Gobierno francés ha adoptado una serie de medidas, entre las que se incluyen:
- La flexibilización de la regulación: el Gobierno ha reformado el marco legislativo para facilitar la inversión en proyectos de descarbonización. Por ejemplo, ha simplificado los procedimientos de autorización y ha reducido los costes de conexión a la red eléctrica.
- El apoyo financiero: el Gobierno ha puesto a disposición 5.600 millones de euros para apoyar proyectos de descarbonización de sitios industriales. Estos fondos se utilizarán para financiar estudios de viabilidad, proyectos piloto y proyectos a gran escala.
- La reforma del mercado eléctrico: el Gobierno ha reformado el mercado eléctrico para garantizar a los consumidores un suministro seguro y acceso a costos competitivos de la electricidad. Por ejemplo, ha creado un mecanismo de subastas para asignar capacidad de generación renovable.
Las empresas españolas pueden optar a las ayudas del plan de inversión francés a través de dos vías:
- Directamente, a través de los organismos gubernamentales franceses responsables de la gestión de las ayudas. En este caso, las empresas deben presentar su solicitud de ayuda ante el organismo correspondiente, que evaluará la solicitud y tomará una decisión.
- Indirectamente, a través de empresas francesas que estén desarrollando proyectos de inversión elegibles para las ayudas. En este caso, las empresas españolas pueden asociarse con empresas francesas para desarrollar un proyecto conjunto, lo que les daría acceso a las ayudas francesas.
Los organismos gubernamentales franceses responsables de la gestión de las ayudas son el Ministerio de Economía y Finanzas, el cuál es el responsable de la gestión de las ayudas en general, así como de las ayudas destinadas a la descarbonización industria; la Agencia Francesa de la Transición Ecológica (ADEME) cuya función es ser la responsable de la gestión de las ayudas destinadas a las energías renovables, la movilidad eléctrica y la rehabilitación de edificios.
Las empresas españolas que estén interesadas en optar a las ayudas francesas deben informarse sobre los requisitos y condiciones de las ayudas en los sitios web de los organismos gubernamentales franceses responsables de su gestión.
Algunas recomendaciones que ofrecen estas instituciones para optar a estas financiaciones son la identificación de los proyectos de inversión que sean elegibles para las ayudas; preparar una solicitud de ayuda sólida, con información clara del proyecto, financiación, el impacto previsto… etc.; o, asociarse con una empresa francesa del sector, generando así sinergias y ayudas entre empresas de los distintos países.
El plan de inversión francés es un paso importante en la lucha contra el cambio climático y la promoción de la independencia energética. Si se implementa con éxito, ayudará a Francia a alcanzar sus objetivos climáticos y convertirse en un líder de la industria verde en Europa.